Así como seguramente todos hemos
caído en la ‘gracia’ de amar alguien, hemos caído también en la muy inevitable
desgracia de la tusa.
Si, ese remolino en el pecho que
hace que duela, que parece que cerrara nuestro estomago con grapadora y al que
le debemos incontables noches de insomnio y ojos inflamados de tanto llorar.
Ese mismo sentimiento que hace que mentemos madres al sujeto en cuestión y al
final retractarse. Algo así como “es un hijueputa, un imbécil pero lo amo” aahh
bueee…
Lo más gracioso del cuento, es
que no importa que tan diferentes seamos, las etapas de una tusa son igual para
todos. Que según mi experiencia serían
1 .
“ WTF?”
Es ese fugaz
momento en el que no hemos asimilado que nos han mandado para la mierda. Es ahí
cuando uno dice ‘Ya se le pasará” y espera muy pacientemente a que vuelva a
aparecer como si nada y pues resulta que nunca se le pasa y por ende, nunca
vuelve a aparecer.
2 .
LA
PIJAMA
Esta viene
cuando uno por fin ha asimilado y superado la anterior. Ya sabe que esa persona
no lo quiere ver ni en pintura y que hasta probablemente ya tiene a otra.
Entonces es ahí cuando empezamos a descender en una montaña rusa emocional, no
muy agradable. La cama nos empieza a parecer
un lugar para permanecer, no sé, toda la vida. No vestimos más que esa pijama
ancha y sin gracia que nos ponemos cuando estamos en esos días del mes, con las
pantuflas peluditas de muñequitos. Y ni hablar del cabello, el secador y la
plancha quedan relegados al último cajón del peinador y dan paso al famoso
bollito, porque ni para una cola de caballo nos da el ánimo.
3 .
LA
PROPIA MAGDALENA
Esta podría
decir que va al tiempo y muy de la mano de la anterior. Uno no se deshidrata de
milagro. Nos la pasamos llorando día y noche, en especial cuando aparecen esas
amigas con un pote de helado y pañuelos en mano, es algo así como cuando un
niño se cae y rompe en llanto apenas ve a su mamá, con la diferencia de que la
mamá está en la obligación de consolar a su hijo, mientras que una amiga lo
hace por voluntad, y en mi concepto, por puro acto de valentía. Es en esta
etapa en la que hasta “Los pollitos dicen” nos hacen acordar a esa persona; nos
sentimos identificados con todas, pero absolutamente TODAS las canciones que
suenan en la radio y a la hora de poner nuestro reproductor de música solo
damos ‘play’ a los álbumes de camila, tranzas, Santiago cruz, Talia, etc y cuan
canción entre en la tan famosa categoría de música “corta venas”. Sin duda
alguna es la etapa más jarta principalmente porque es en la que idealizamos
tanto al tipo, que así tuviéramos a los pies a Matt Bomer, seguiríamos eligiendo a ese
otro pejelagarto.
4 .
¿QUÉ HAY PA´ HACER?
¿QUÉ HAY PA´ HACER?
Esta podría
decir que es mi favorita. Ya después de que uno inverno en el cuarto mientras
lloraba a cantaros, la mente vuelve a funcionar. De repente como por
inspiración divina uno se levanta de la cama, abre las cortinas y decide
reintegrarse al mundo y como no, ponerse más buena. Es ahí cuando uno llama a
cuanto amigo o amiga tiene y hace la típica pregunta de “¿Qué hay pa’ hacer
hoy?” va uno a cuanta fiesta puede y por supuesto se pone DI VI NA, porque lo
que uno espera es encontrarse a ese idiota por el que tanto sufrió y que se le
caiga la baba cuando lo vea a uno. Lo que en realidad sucede es que tanta
divinura nos dura lo que dura la de vodka, porque seguimos tan despechadas que
lo siguiente que recordamos es que nos bogamos todo el trago, cantamos a todo
pulmón ‘el bus’ de Yelsid y que en nuestro celular hay un registro de 5 llamadas
salientes con el nombre del susodicho y unos cuantos mensajes en realidad
vergonzosos.
5 .
-¿YA
LO OLVIDASTE? - ¿A QUIEN?
Y por ultimo
tenemos esta etapa, en la que lo único que se nos cruza en la mente cuando
pensamos en el tipo es ‘¿estuve ebria todo el tiempo?’ para esta etapa ya uno
anda feliz de la vida y haciendo alarde de la soltería. No se puede negar que
de vez en cuando por simple curiosidad se stalkea al tipo para dar una fugaz y
dura crítica de la nena con la que ahora sale o bien para ver si el karma ya se
las cobro toditas; de resto vamos por la vida morboseando tipos lindos cuando
nos entra en gana, coqueteando con el tipo lindo del bar sin que nadie nos joda
la existencia y disfrutando de cuanto viaje, paseo o camping haya sin tener que
soportar los reproches de nadie. Es para entonces que cuando nos preguntan
‘¿volverías con él?” muy sensatamente respondemos ‘ni que estuviera loca’
Bien o mal todos hemos pasado por
esto, con sus posibles variaciones, lo importante es disfrutar de la
experiencia y por favor: NO VOLVER A TROPEZAR CON LA MISMA PIEDRA que para eso
el camino tiene más.
Excelente articulo lui! Lo mas curioso es que basta leer este articulo de abajo hacia arriba para conocer como viven la tuza los "pejelagartos"
ResponderEliminarjajajajajaja no lo había visto asi, pero tienes todaaa la razón!! :'D te quiero mucho prima y gracias ;)
ResponderEliminar