No puedo ni tampoco quiero negarlo: soy una patriota
empedernida. No hay algo que me llene más de orgullo que ser de este pedazo de paraíso
que llaman Colombia.
Los colores de su bandera, la letra de su himno, sus montañas,
nevados y paisajes; su comida, su gente, su esencia folclórica y alegre, cada centímetro
de sus tierras, cada grano de arena. Podría pasarme horas presumiendo de lo que
para mí es el cielo: Mi país.
Sin embargo, Colombia es una, vista desde adentro y otra muy
distinta, vista desde afuera.
Narcotráfico drogas y prostitutas. Sin duda alguna las
primeras palabras que se le vienen a la mente a un extranjero cuando le
mencionan Colombia y es que para nuestra desgracia (aunque más para la de
ellos) la imagen que los medios han proyectado al mundo de nuestro país se
detiene mediocremente bajo estos parámetros. Incluso es esa imagen que a
nosotros, que vivimos en el, nos quieren hacer ver.
Sí, es cierto, los problemas internos parecen no tener fin,
llevamos generaciones dejando nuestro país en manos de corruptos, la guerra
parece no tener tregua y salir a las 12 pm solos a la calle no es lo más
conveniente. Pero ¿acaso un país se define y define a su gente sólo por sus
dificultades? Porque siendo así, no habría ni un solo país en el mundo del que
se pudiera hablar con dignidad y respeto. Pues si para los otros países no
funciona así, para nosotros tampoco debería.
La verdad, es que estamos cansados de que crean que por ser
colombianos nos gustan las drogas, de que todas las mujeres nacimos para ser
prostitutas, de que Colombia es sinónimo de guerrilla, de que todos salimos del país
solo para servir de mulas o para robar; estamos cansados de los insultos peyorativos,
de que crean que somos neandertales y que aun andamos en taparrabos, de que
asocien la belleza de la mujer colombiana con el interés y el oportunismo;
estamos hasta la coronilla de que en los aeropuertos traten a los colombianos
solo por serlo, como delincuentes, simplemente estamos cansados de que
generalicen y nos pisoteen nuestro orgullo patrio.
Para usted querido extranjero que aun no ha contado con la
suerte de pisar mi tierra, le informo que COLOMBIA es mucho más.
Es más que Pablo Escobar, es la historia de quienes murieron
por defender nuestra bandera; es Más que el narcotráfico, son los miles de campesinos
que trabajan de sol a sol para producir ese café o esos alimentos que usted
consume; es Más que la prostitución, son la miles de mujeres trabajadoras y
guerreras que con dignidad dejan en alto nuestro género; es Más que la
guerrilla, son los paisajes embriagantes que abundan de punta a punta; es Más que
el movimiento de cadera de Shakira, es la belleza y el sabor de la mujer
colombiana; es Más que el “parce que chimba, hijueputa” de Juanes, es la
calidad humana y calidez de su gente; es Más que James Rodríguez, es el orgullo
patrio que nos encharca los ojos ante los logros de quienes nos representan.
COLOMBIA es más que la sumatoria de sus males, es la grandeza de sus virtudes.
Así que lo invito a que apague su televisor, deje su periódico
en la mesa y tome un vuelo que lo traiga hasta acá, que sin duda alguna lo
estaremos esperando con los brazos abiertos para acompañarlo a descubrir
nuestro país y ser testigos de cómo segundo a segundo se enamora perdidamente
de él… así como nosotros.